19/05/2025 - Edición Nº68

Cultura

Arte

Antonio Berni: a 120 años de su nacimiento, el legado del maestro del arte social argentino

19/05/2025 | Fue pionero en el realismo social, rompió moldes con sus collages y retrató como nadie la vida de los marginados. Un recorrido por su trayectoria y sus obras más icónicas.



Antonio Berni fue un artista comprometido con su tiempo. Su obra dejó una marca indeleble en la historia del arte argentino y también funcionó como un medio poderoso para visibilizar las injusticias sociales y económicas de su época.

El destacado pintor, grabador y muralista nació el 14 de mayo de 1905 en la ciudad santafesina de Rosario. Hijo de un sastre italiano y de madre argentina, hija de inmigrantes italianos, Berni comenzó a estudiar pintura en el Centro Catalán de su ciudad natal. A los 17 años expuso sus obras en Rosario y, tres años más tarde, realizó una muestra en la Galería Witcomb de Buenos Aires, que fue elogiada por la crítica en artículos publicados en los diarios La Nación y La Prensa. Gracias a esa difusión, años después obtuvo una beca del Jockey Club de Rosario para continuar sus estudios en Europa.

En París se formó con los pintores André Lhote y Othon Friesz, en la Academia de la calle Grande Chaumière. Durante su estadía en Europa entró en contacto con diversas corrientes artísticas, incluyendo el surrealismo y el expresionismo, y expuso sus obras en el Salón de Madrid y en la Galería Nancy.

Después del golpe del 30, ya casado y con una hija, decidió regresar a la Argentina, trayendo consigo una fuerte impronta política e influencias del surrealismo. Su vuelta marcó un punto de inflexión en su carrera: comenzó a retratar con fuerza las realidades sociales y económicas del país, especialmente las condiciones de vida de los trabajadores y los sectores marginados. Se instaló en Rosario, donde participó activamente de la vida cultural y promovió la creación de la Mutualidad de Estudiantes y Artistas Plásticos.

En esa etapa, comenzó a plasmar la problemática social de los años 30 en obras como Desocupados y Manifestación.

Durante la década del 50 desarrolló la serie Juanito Laguna, centrada en la vida de un niño pobre de la ciudad. Esta obra, que combina collage y realismo social, transmitió con fuerza la situación de los más desfavorecidos en Argentina. Juanito Laguna y Ramona Montiel, sus personajes más emblemáticos, aparecieron en muchas de sus pinturas, algunas de las cuales fueron vendidas en el exterior a precios elevados.

En 1941 recorrió Bolivia, Ecuador, Perú y Colombia con el propósito de realizar estudios precolombinos por encargo de la Comisión Nacional de Cultura. En las décadas siguientes continuó explorando temas sociales mediante técnicas variadas como el óleo, el collage, el grabado y la escultura.

En 1976 viajó a Nueva York, donde produjo pinturas, grabados y collages. Allí presentó, en la Galería Bonino, una muestra titulada La magia de la vida cotidiana. Cinco años después inauguró La casa de Antonio Berni, una galería de arte y casa de subastas de más de 400 metros cuadrados ubicada en pleno centro porteño. En ese espacio —el más importante del momento— se realizó una muestra individual de sus murales, además de exposiciones de artistas jóvenes.

Además de su obra plástica, Berni se dedicó a la enseñanza en la Escuela de Bellas Artes de Buenos Aires, dejando una huella perdurable en varias generaciones de artistas argentinos.

Antonio Berni falleció el 13 de octubre de 1981 en la Ciudad de Buenos Aires. Poco antes de su muerte, afirmó en una entrevista: “El arte debe ser usado socialmente. Ningún artista se puede negar a eso; a lo único que se debe negar un artista es a que lo usen a él”.