16/06/2025 - Edición Nº96

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Frío y calefacción: cómo evitar el peligro silencioso del monóxido de carbono

24/05/2025 | Cada año mueren cientos de personas por intoxicación en ambientes cerrados. Qué recaudos tomar para proteger a tu familia y qué señales no pasar por alto.



Con la llegada del frío, vuelven las estufas, los calefactores y, con ellos, un riesgo silencioso pero muy peligroso: la intoxicación por monóxido de carbono. Este gas es imperceptible no tiene olor, color ni sabor y puede acumularse en ambientes cerrados, provocando daños graves a la salud.

En Argentina, cerca de 200 personas mueren cada año por este motivo, y se reportan unos 40.000 casos clínicos, la mayoría evitables, según la Guía de Prevención, Diagnóstico, Tratamiento y Vigilancia Epidemiológica.

“Cualquier artefacto que utilice material combustible como gas, petróleo, carbón, kerosén, nafta, madera o plásticos puede producir monóxido de carbono si se quema de forma incompleta, especialmente en ambientes mal ventilados”, explicó la Dra. Fernanda del Valle Saravia, médica de Boreal Salud (M.P. 9.869).

La especialista detalló que en los hogares los artefactos que más comúnmente generan monóxido son calefones, termotanques, calderas, estufas, braseros, salamandras, cocinas, anafes, calentadores, parrillas a leña o carbón y hornos.

El riesgo aumenta con el uso prolongado de estos aparatos en espacios sin ventilación y con puertas y ventanas cerradas para conservar el calor. Por eso, la clave está en la prevención.

Los 5 consejos esenciales para evitar la intoxicación por monóxido de carbono:

  1. Revisar instalaciones de gas:
    Es fundamental chequear regularmente el estado de estufas, hornallas y calefactores. Si la llama es amarilla o anaranjada, o si hay manchas de hollín, se debe contactar a un gasista matriculado.

  2. Ventilar los ambientes todos los días:
    Aunque haga frío, abrir puertas y ventanas al menos una vez por día permite renovar el aire y reducir la acumulación de gases tóxicos.

  3. Apagar estufas durante la noche:
    Dormir con artefactos encendidos sin salida al exterior puede ser extremadamente peligroso. Siempre deben apagarse antes del descanso.

  4. Instalar detectores de monóxido de carbono:
    Son dispositivos accesibles que emiten una alarma ante la presencia del gas. Se recomienda colocarlos en ambientes cerrados con artefactos a combustión.

  5. Reconocer los síntomas de intoxicación:
    Dolor de cabeza, mareos, náuseas, vómitos, visión borrosa y debilidad son señales de alerta. En casos graves, puede haber convulsiones o pérdida del conocimiento. Ante cualquier síntoma, se debe acudir de inmediato a un centro médico.