
Comprar un auto cero kilómetro en Argentina sigue siendo una inversión costosa, en gran parte por la elevada carga impositiva que afecta tanto a vehículos de producción nacional como a los importados. Pese a las recientes reducciones, como la eliminación del impuesto PAIS y de la primera escala del impuesto interno (conocido como impuesto al lujo), los tributos siguen siendo determinantes en el precio final que paga el consumidor.
🚗 Autos nacionales: más de la mitad del precio son impuestos
Un vehículo fabricado en Argentina paga impuestos en distintas capas: desde el IVA (21% para autos particulares y SUV, 10,5% para utilitarios) hasta impuestos internos, provinciales y municipales. El total de la carga impositiva representa un 53% para vehículos particulares y 43% para utilitarios.
Ejemplo:
Auto particular (costo real: $20.000.000): con impuestos y márgenes, termina costando $42.000.000.
Utilitario (costo real: $20.000.000): con impuestos y márgenes, sube a $36.900.000.
🌍 Autos importados: entre aranceles y márgenes
En el caso de los autos importados de extrazona (Asia, Europa, EE. UU.), el impacto fiscal es aún mayor. A un precio FOB de USD 20.000, se le suman:
USD 8.100 de arancel de importación (35%)
USD 2.500 de flete y seguro
USD 1.675 entre tasa estadística y logística
USD 3.100 en impuestos varios
USD 7.227 de IVA
Con márgenes de marca y concesionario incluidos, el precio final escala hasta USD 57.500, casi el triple del valor inicial.
En cambio, los autos que ingresan desde países con acuerdos bilaterales como Brasil, México o Colombia no pagan arancel del 35%, por lo que resultan notablemente más accesibles.
🔍 El precio de lista no lo dice todo
El precio de venta al público que se ve en las listas incluye todos estos tributos y márgenes. Para entender el valor real de un vehículo en Argentina, hay que desarmar ese precio y analizar su estructura: la mitad o más corresponde a impuestos.