06/06/2025 - Edición Nº86

Educación

Universidad de Buenos Aires

La UBA investiga cómo detectar el riesgo suicida con un análisis de sangre

04/06/2025 | Investigadores buscan biomarcadores en sangre que permitan detectar, seguir y tratar de forma preventiva a pacientes con depresión que no expresan verbalmente sus pensamientos suicidas.



Un equipo multidisciplinario del Instituto de Farmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA) trabaja en la identificación de biomarcadores en sangre que permitan detectar, de manera temprana, si un paciente con depresión presenta riesgo suicida.

El objetivo es claro: brindar herramientas clínicas que faciliten el diagnóstico, el seguimiento y la intervención a tiempo en casos donde no se expresan verbalmente las ideas suicidas. “Poder encontrar un biomarcador nos daría la posibilidad de ayudar a tiempo a las personas con ideas o conductas suicidas que no comunican su malestar”, señala Federico Daray, psiquiatra, investigador de UBA/CONICET y profesor de la Facultad de Medicina.

El equipo analiza alteraciones celulares en el sistema inmunológico vinculadas con la depresión, centrándose especialmente en los perfiles inflamatorios y el agotamiento celular, fenómenos que podrían actuar como señales de alerta. La idea es que, en un futuro, a través de un simple análisis de sangre, se pueda detectar a pacientes con riesgo elevado, aplicar un tratamiento más intensivo y realizar un seguimiento más riguroso.

La investigación actual, que cuenta con financiamiento nacional e internacional, busca identificar biomarcadores candidatos en tres grupos: pacientes con depresión activa, pacientes en remisión y sujetos sanos. El estudio parte de una hipótesis innovadora: que el cuerpo, incluso fuera del cerebro, deja huellas inmunológicas del sufrimiento mental.

Andrea Errasti, directora del Instituto de Farmacología, destaca: “Nuestra primera sorpresa fue encontrar una diferencia marcada en dos interleuquinas. Ese perfil inflamatorio fue la señal para redireccionar el estudio hacia algo más específico”. El abordaje combina conocimientos de medicina, biología, estadística y psicofarmacología, en un trabajo colaborativo entre hospitales y laboratorios de la UBA.

Además de brindar avances clínicos, el equipo apunta a construir conocimiento que pueda ser compartido y utilizado por la comunidad científica internacional. “El conocimiento que generamos no solo busca aplicaciones concretas, sino también enriquecer el saber colectivo y aportar evidencia para futuros desarrollos”, concluye Errasti.