
Con el impulso que le dejó la sesión del miércoles 2 de julio, en la que impuso su agenda al oficialismo, la oposición volverá a la carga este martes 8 en la Cámara de Diputados. Su objetivo es conseguir dictámenes para dos proyectos sensibles: la declaración de la emergencia de la salud pediátrica —centrada en el Hospital Garrahan— y el financiamiento de las universidades públicas. El Gobierno, debilitado y a la defensiva, intenta resguardar la caja fiscal ante la presión para aumentar las partidas.
En cumplimiento de los emplazamientos votados la semana pasada, a las 12.00 se reunirá un plenario de las comisiones de Salud, Familias y Presupuesto y Hacienda para analizar la situación del Garrahan. Más tarde, a las 16.00, harán lo propio Educación y Presupuesto para debatir una norma que alivie el ahogo presupuestario de las universidades nacionales.
El denominador común de ambos encuentros es Presupuesto y Hacienda, presidida por el liberal José Luis Espert. Su negativa a habilitar el debate detonó la ofensiva opositora en el recinto y motivó los emplazamientos que ahora se materializan.
La tensión del miércoles 2 escaló cuando diputadas de Unión por la Patria increparon a Espert y el tumulto hizo caer el quórum, lo que aplacó al bloque oficialista de La Libertad Avanza. Aunque no hubo pacto expreso, el episodio dejó expuesta la fragilidad del Gobierno en un Congreso cada vez más hostil.
Desde entonces, el Ejecutivo perdió parte de su escudo político: gobernadores que antes sostenían la línea anti‑veto se desmarcaron en medio de la disputa por fondos coparticipables. Salvo Chubut, Corrientes y Tucumán, la mayoría de las provincias aportó quórum a la oposición, y varios diputados del PRO y de la UCR acompañaron los emplazamientos.
El retiro de apoyos complica cualquier iniciativa oficial y fortalece la estrategia opositora de avanzar sobre áreas sensibles del gasto. Con la mirada puesta en diciembre —cuando La Libertad Avanza espera ampliar su representación— los bloques provinciales aprovechan una ventana de oportunidad corta para negociar recursos y visibilidad.
En este contexto, el oficialismo llega a los plenarios del martes con un bloque reducido y sin garantía de frenar dictámenes que comprometen la política fiscal. La jornada marcará un nuevo test de fuerzas entre un Ejecutivo en retroceso y una oposición que huele la posibilidad de otro triunfo parlamentario.