
Con una amplia mayoría, la Cámara de Diputados aprobó este miércoles un proyecto que busca asegurar el financiamiento de las universidades nacionales, reinstalando la pulseada con el Gobierno. La iniciativa propone actualizar automáticamente por inflación los gastos de funcionamiento de las instituciones, convocar a paritarias docentes y no docentes, y fortalecer las becas y la investigación. Una ley de contenido similar ya había sido vetada por el presidente Javier Milei el año pasado.
El texto fue aprobado con 158 votos afirmativos, 75 negativos y 5 abstenciones, quedando a tan solo un voto de alcanzar la mayoría especial de dos tercios, lo que deja a la oposición en condiciones favorables para insistir en caso de un nuevo veto presidencial. La propuesta fue impulsada por sectores del radicalismo disidente agrupados en Democracia para Siempre, junto con el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN).
Durante el extenso debate, la diputada Danya Tavela apuntó contra el Poder Ejecutivo: “Es el segundo año consecutivo sin proyecto de presupuesto, algo que no tiene antecedentes ni siquiera en los años más duros del neoliberalismo. La educación es una responsabilidad constitucional que el Gobierno no está cumpliendo”.
Desde el radicalismo, Gabriela Brouwer de Koning destacó que el equilibrio fiscal no puede convertirse en un fin en sí mismo: “Un Estado inteligente prioriza la educación, la ciencia y la tecnología. La universidad pública no es un gasto, es una inversión estratégica”.
Por el contrario, desde La Libertad Avanza, legisladores como Santiago Santurio y Nadia Márquez rechazaron la propuesta argumentando que pone en riesgo el superávit fiscal. “No vamos a tirar por la borda el esfuerzo que hacen los argentinos para no volver al déficit”, sostuvo Márquez.
La votación incluyó movimientos llamativos: los diputados tucumanos del bloque Independencia, alineados con el gobernador Osvaldo Jaldo, acompañaron el proyecto, pese a su cercanía con el Ejecutivo. En cambio, dos legisladores radicales cercanos a Alfredo Cornejo se ausentaron, lo que contribuyó a que no se alcanzaran los dos tercios.
También se destacaron las posturas divididas dentro del PRO, con la ausencia de Silvia Lospennato, tres abstenciones y tres votos afirmativos provenientes del sector larretista y del espacio que responde al gobernador correntino Gustavo Valdés.
Oscar Agost Carreño, del bloque Encuentro Federal, sintetizó el debate con una crítica a la visión oficialista: “Invertir en universidades no atenta contra el orden fiscal, pensar lo contrario es una torpeza. Estamos discutiendo las prioridades estratégicas del país”.
La media sanción llegó en el inicio de una maratónica sesión que incluye otros temas sensibles para el oficialismo, como la declaración de emergencia pediátrica vinculada al Hospital Garrahan y proyectos impulsados por gobernadores para redistribuir recursos fiscales.