
En una jornada cargada de emoción y compromiso, la selección de rugby de Nueva Zelanda volvió a pisar la Unidad 48 de José León Suárez para encontrarse con los Espartanos, un equipo conformado por personas privadas de libertad que buscan reinsertarse en la sociedad a través del deporte, la educación y la formación laboral.
El entrenador Scott Robertson y el jugador Viliami Pasilio Tosi encabezaron la delegación de los All Blacks, que recorrió las instalaciones junto a integrantes de la Fundación Espartanos y autoridades del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos bonaerense.
Los visitantes compartieron entrenamientos con 53 jugadores de los cuatro equipos que integran el programa en el Complejo Penitenciario de San Martín: Unión (femenino y masculino) de la Unidad 46, Gladiadores y Espartanas de la Unidad 47, y Espartanos de la Unidad 48.
En su recorrida, que incluyó aulas educativas, gimnasio y auditorio, Robertson destacó el valor del deporte como puente para las segundas oportunidades: “El rugby reúne a las personas y deja recuerdos que duran toda la vida. Espero que este camino los ayude a tomar buenas decisiones”.
El cierre estuvo marcado por la potente interpretación de la haka a cargo de Tosi, un gesto que transmitió fuerza y esperanza. Para Eduardo “Coco” Oderigo, cofundador de la Fundación Espartanos, recibir a los All Blacks “demuestra que el rugby puede tender puentes entre realidades muy distintas y abrir nuevas perspectivas para el futuro”.