
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró este viernes la hambruna en Gaza, la primera reconocida oficialmente en Medio Oriente. Según la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (IPC), cerca de 500.000 personas atraviesan una situación calificada como “catastrófica”, con riesgo inmediato de muerte por falta de alimentos.
El secretario general de la ONU, António Guterres, calificó la situación como “un desastre provocado por el hombre” y reclamó un alto el fuego inmediato, acceso humanitario sin restricciones y la liberación de rehenes. “La gente se muere de hambre. Los niños mueren. Y quienes tienen el deber de actuar no lo hacen”, expresó.
El director de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU, Tom Fletcher, señaló que la crisis “podría haberse evitado” y denunció una “obstrucción sistemática” de Israel al ingreso de alimentos. A su vez, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Volker Türk, sostuvo que “utilizar el hambre con fines militares constituye un crimen de guerra”.
Desde Israel, sin embargo, el gobierno rechazó las conclusiones de la ONU. El Ministerio de Relaciones Exteriores aseguró que “no hay hambruna en Gaza” y acusó al informe de basarse en “mentiras de Hamas”. En paralelo, el ministro de Defensa, Israel Katz, anunció una ofensiva militar en la ciudad de Gaza, advirtiendo que será destruida si Hamas no se desarma y libera a los rehenes.
El conflicto se encuentra en un nuevo punto crítico, en medio del colapso humanitario, la amenaza de una ofensiva militar de gran escala y la falta de un acuerdo político que permita frenar la escalada.