
Septiembre llega con una nueva batería de incrementos que alcanzan a los alquileres, las cuotas de medicina prepaga, las tarifas de gas y los combustibles. Estos ajustes, que se suman a la escalada inflacionaria de los últimos meses, repercutirán de manera directa en el presupuesto familiar y en el índice de inflación que mide el INDEC.
Alquileres
Los contratos que todavía se actualizan bajo la derogada Ley de Alquileres tendrán un incremento del 50,3%, según el Índice de Contratos de Locación (ICL) del Banco Central, que combina la evolución de precios y salarios.
Aunque representa una desaceleración frente a los aumentos extraordinarios de fines de 2024 —que llegaron a superar el 200%—, la suba sigue siendo significativa para los inquilinos. Para contratos con ajustes semestrales o anuales, los incrementos oscilarán entre 18,8% y 50,3%, de acuerdo al índice aplicado.
Medicina prepaga
Las empresas del sector confirmaron un aumento de entre 1,4% y 1,9% en las cuotas, en línea con la inflación de julio. Además, se aplicarán nuevos ajustes en los copagos.
Según las compañías, la suba responde al alza de los costos del sistema de salud. En paralelo, el Gobierno habilitó una plataforma digital para que los afiliados comparen planes y prestadores en busca de mayor transparencia.
Gas
El Ministerio de Economía dispuso un incremento del 6,8% en el precio del gas natural en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST), por encima del ajuste de agosto (6,6%). La medida se enmarca en el proceso de reducción de subsidios y normalización tarifaria.
El impacto final variará según cada hogar, ya que el nuevo cuadro contempla más de 3.000 combinaciones en función de niveles de ingreso, zonas frías y categorías de consumo.
Combustibles
A través del Decreto 617/2025, el Gobierno oficializó la actualización de los impuestos a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono, que rige desde el 1° de septiembre.
Naftas: aumento de $10,523 por litro en el impuesto a los combustibles líquidos y de $0,645 en el gravamen al CO₂.
Gasoil: incremento de $8,577 por litro en el impuesto general, $2,895 por litro en la alícuota diferencial para Patagonia y zonas específicas, y $0,978 en el tributo al CO₂.
Los incrementos tendrán un traslado directo a los surtidores, afectando tanto a consumidores particulares como al transporte y la producción. Nafta y gasoil representan más del 80% de la demanda de combustibles en el país.
Un escenario de mayor presión
Con este paquete de aumentos, septiembre se perfila como un mes de fuerte presión sobre el poder adquisitivo de los hogares. Los analistas advierten que la suma de estos incrementos, en un contexto inflacionario persistente, condicionará las próximas negociaciones salariales y continuará afectando al consumo interno.