
La distribución de bancas en la Legislatura bonaerense se realiza bajo el método de Cociente Hare, un sistema distinto al utilizado a nivel nacional. En la Provincia de Buenos Aires, el reparto de las 46 bancas de Diputados y 23 del Senado depende de este mecanismo, en el que los decimales de cada fuerza política resultan determinantes para definir los escaños residuales.
A diferencia del sistema D’Hont que rige en las elecciones nacionales, el Cociente Hare establece un piso electoral en cada sección a partir de la división entre los votos positivos y la cantidad de cargos a cubrir. Solo las listas que superan ese umbral acceden a la distribución inicial de bancas. Luego, las bancas sobrantes se reparten en función de los restos decimales, lo que convierte a los números menores a la unidad en piezas clave del tablero político.
La experiencia electoral de 2021 ilustra con claridad este fenómeno. En la Octava Sección Electoral (La Plata), donde se eligieron seis diputados, el piso se fijó en 16,6%. Solo superaron ese porcentaje Juntos por el Cambio y el Frente de Todos, que se llevaron dos bancas cada uno. Sin embargo, gracias a los decimales obtenidos en el cálculo, ambas fuerzas sumaron un escaño adicional.
En la Tercera Sección, donde se repartieron 18 bancas, el piso fue de 5,55%. Allí ingresaron cuatro fuerzas: Frente de Todos, Juntos, la Izquierda y La Libertad Avanza. Quedaron tres bancas residuales que se distribuyeron por los decimales: 8,22 para FdT, 5,8 para Juntos, 1,32 para la Izquierda y 1,25 para LLA. En ese escenario, las tres fuerzas con restos más altos sumaron un diputado extra.
Otros distritos evidenciaron la rigidez del sistema. En la Primera Sección, donde se eligieron ocho senadores, el piso fue de 12,5%. Solo el Frente de Todos (39%) y Juntos (39,2%) superaron ese umbral y coparon todos los escaños. En la Séptima Sección, con apenas tres bancas en juego, el umbral se elevó al 33,3%. El Frente de Todos logró superarlo por escaso margen con 33,73%, evitando que Juntos —con el 51,04%— se quedara con la totalidad de los lugares.
Así, el sistema de Cociente Hare en Buenos Aires convierte a los decimales en decisores electorales, definiendo no solo la representación de las fuerzas grandes, sino también la supervivencia parlamentaria de los espacios más chicos en la Legislatura.