
El suicidio representa hoy una de las principales causas de muerte en el mundo, especialmente entre adolescentes y jóvenes. Según la OMS, más de 720.000 personas mueren cada año, lo que equivale a una de cada 100 muertes registradas a nivel global.
En la Argentina, la situación también es alarmante: entre abril de 2023 y abril de 2025 se notificaron más de 15.800 intentos de suicidio, con un promedio de 22 por día. El grupo más afectado son los jóvenes de 15 a 24 años, de acuerdo con datos oficiales del Ministerio de Salud de la Nación.
Los especialistas advierten que las señales de riesgo pueden ser verbales —expresiones de desesperanza o deseos de morir— o conductuales, como el aislamiento, cambios bruscos de humor, regalar pertenencias o buscar métodos para lastimarse. Detectar estas manifestaciones a tiempo puede salvar vidas.
Al mismo tiempo, remarcan que es necesario desterrar creencias erróneas, como pensar que hablar del tema “incita” al suicidio o que quienes lo anuncian “no lo harán”. En realidad, abrir un diálogo empático y sin prejuicios suele ser el primer paso para que la persona reciba apoyo.
Los especialistas destacan la importancia de reforzar los factores protectores, como los vínculos familiares y sociales, el acompañamiento profesional y el desarrollo de estrategias positivas para afrontar momentos de crisis.
En caso de necesitar ayuda, en Argentina se puede llamar al 135 (CABA y GBA) o al (011) 5275-1135 desde cualquier punto del país, además de las líneas oficiales de Salud Mental habilitadas las 24 horas.