
El triple femicidio ocurrido en Florencio Varela, que tuvo como víctimas a Morena, Brenda y Lara, volvió a encender las alarmas en la sociedad y la política. Ante la conmoción generada, la Iglesia Católica emitió una fuerte declaración en la que denunció nuevamente el avance del narcotráfico y pidió con urgencia una mayor presencia del Estado en los barrios más vulnerables.
“Una vez más nos encontramos frente a un episodio trágico en nuestra sociedad, producto del avance del narcotráfico”, expresó la Comisión Nacional de Pastoral de Adicciones y Drogadependencia, que además se solidarizó con las familias de las jóvenes asesinadas.
En el documento, la Iglesia recordó las palabras del Papa Francisco al señalar que los narcotraficantes “son traficantes de muerte, impulsados por la lógica del poder y del dinero a toda costa”. Y advirtió que esta “plaga” siembra sufrimiento, violencia y muerte, por lo que exige un “acto de valentía de toda la sociedad”.
Al mismo tiempo, destacaron el trabajo de las instituciones y parroquias en los barrios, que acompañan a jóvenes y familias para prevenir el consumo de drogas, pero remarcaron que el esfuerzo es insuficiente sin el respaldo del Estado.
“Necesitamos que la presencia de la justicia y de la seguridad sea inteligente y cooperadora”, señalaron, para poder sostener a las organizaciones comunitarias y ofrecer contención, prevención y caminos de esperanza frente al flagelo del narcotráfico.