El ingreso de un frente frío durante la noche del jueves provocó un violento cambio de clima en gran parte de la provincia de Buenos Aires. En pocas horas, la calma dio paso a una fuerte tormenta con ráfagas de hasta 90 kilómetros por hora que afectó a distintas localidades del noroeste bonaerense, dejando a su paso una importante cantidad de destrozos.
Junín fue una de las ciudades más golpeadas: se registraron voladuras de techos, árboles caídos y cortes de luz en al menos 15 barrios. Parte de la estructura del cielorraso de un supermercado ubicado sobre la Ruta 7 colapsó debido a la fuerza del viento. Ante esta situación, el intendente Pablo Petrecca activó el protocolo de emergencias y dispuso la intervención de bomberos, fuerzas de seguridad y cuadrillas municipales.
Una familia debió ser evacuada al Complejo Pioneer y varias viviendas sufrieron daños considerables, aunque hasta el momento no se reportaron heridos.
En Ameghino y Chivilcoy, la tormenta también provocó caída de árboles, cortes de energía y daños en el tendido eléctrico. Desde la Cooperativa Eléctrica local informaron que los equipos trabajaron durante la madrugada bajo condiciones adversas para restablecer el servicio, aunque persistieron algunos microcortes.
El Servicio Meteorológico Nacional mantiene el alerta naranja por tormentas fuertes hasta el mediodía del viernes para gran parte del noroeste bonaerense. Se espera que hacia la tarde las condiciones comiencen a mejorar gradualmente.