Racing empató con Flamengo y quedó eliminado de la Copa Libertadores

En una noche que prometía ser histórica y comenzó con un recibimiento memorable de su hinchada, Racing Club empató sin goles frente a Flamengo en el estadio Presidente Perón y quedó al borde de la hazaña: la derrota por 0-1 en el Maracaná terminó dejándolo sin la tan ansiada final de la Copa Libertadores.

Los dirigidos por Gustavo Costas mostraron carácter, intensidad y varios rendimientos individuales destacados. Gonzalo Mura se impuso en la marca ante Carrascal, Agustín Almendra controló el mediocampo con criterio y Colombo se consolidó como último hombre, sosteniendo la línea defensiva con autoridad. La idea fue clara: saltar líneas y jugar directo, una premisa que se volvió sello del ciclo de Costas, sobre todo ante la ausencia de un futbolista desequilibrante.

Flamengo, advertido del planteo académico, sólo se vio sorprendido por dos factores: la capacidad de salto de Tomás Conechny —quien generó peligro constante pese a su baja estatura— y el atrevimiento de algunos jugadores, en especial Gabriel Rojas y el propio Colombo, que desordenaron al conjunto brasileño con sus proyecciones.

El técnico del “Mengão” había prometido en la previa que su equipo saldría a buscar el partido. Durante los primeros minutos, esa intención pareció cumplirse, pero con el correr del encuentro los visitantes se refugiaron en su propio campo y recurrieron a un amplio repertorio de maniobras para hacer tiempo. Desde demoras en los saques hasta desmayos repentinos o maniobras insólitas durante los cambios, Flamengo hizo de todo, con la anuencia del árbitro.

En la segunda mitad, Racing fue claramente superior. Dominó el terreno, ganó las segundas pelotas y profundizó en su búsqueda aérea. La expulsión del ecuatoriano Plata por una discusión con Marcos Rojo inclinó aún más la balanza. Pese a que el defensor argentino se salvó del VAR en una acción posterior, el dominio académico fue total.

Con el ingreso de Vergara, Vietto, Zaracho, Balboa y Martirena, y con un rival con diez hombres, el equipo local empujó con todo. El dramatismo se apoderó del Cilindro: cada centro parecía tener destino de gol. Agustín Rossi volvió a ser protagonista con una doble tapada ante “Maravilla” Martínez y Vietto, sosteniendo a Flamengo en un cierre cargado de tensión.

El arquero, junto al infortunado gol en contra de Marcos Rojo en la ida, terminó siendo decisivo en una serie pareja y de alto nivel. Racing se despidió sin final de Copa Libertadores, pero con una ovación cerrada y una lluvia de aplausos por los dos años de trabajo de Costas. El público reconoció la entrega, aunque el poco tiempo adicionado y el final anticipado del encuentro dejaron un sabor amargo en el aire.