El cambio de conducción en el Puerto Dock Sud abrió un frente de conflicto interno que combina disputas sindicales, reordenamiento de la estructura gerencial y cuestionamientos a la licitación del dragado del canal de acceso, una obra estratégica para el desarrollo del complejo portuario.
La reestructuración impulsada por la nueva presidenta del Consorcio de Gestión del Puerto Dock Sud, Mónica Litza, implicó el desplazamiento de gerentes que formaban parte de la anterior conducción. La medida fue rechazada por la Unión de Personal Superior Ferroviario (UPSF), gremio que agrupa a los funcionarios jerárquicos afectados y que denunció un “avasallamiento” sobre los trabajadores de carrera.
En ese contexto, la UPSF convocó para este martes a una movilización “en solidaridad con los compañeros de carrera del Consorcio Dock Sud” y “en defensa de la carrera administrativa”.
Desde el directorio del consorcio negaron de manera tajante que se hayan producido despidos. “No mencionan despidos porque no hay ninguno”, señalaron fuentes oficiales, que aclararon que las medidas adoptadas consistieron únicamente en reasignaciones de funciones. Según indicaron, las modificaciones fueron aprobadas por unanimidad en el directorio y no afectan la estabilidad laboral ni la carrera administrativa del personal involucrado.
En el entorno de la nueva conducción sostienen que la protesta está impulsada por el ex director Leonardo Salom, quien conformó la UPSF tras perder una interna y ser expulsado del gremio jerárquico Apdfa, sindicato que tiene representación formal en el consorcio y una silla en el directorio.
Desde Apdfa confirmaron que no participarán de la movilización y aseguraron que se trata de “una movida armada por Salom” para sostener a un gerente desplazado que, además, se desempeña como delegado gremial en el puerto. En ese espacio lo señalan como el principal operador del ex directivo y lo responsabilizan por despidos ocurridos en gestiones anteriores.
Asimismo, recordaron que ese mismo gerente tuvo un paso por la Dirección de Recursos Humanos del Hospital Posadas durante el macrismo, período en el que fue declarado persona no grata por una asamblea de trabajadores tras una serie de cesantías.
Desde la conducción del consorcio reiteraron que “no se despidió a nadie y no existe ningún agravio desde el punto de vista laboral”, y añadieron que la UPSF no cuenta con personería gremial en la seccional correspondiente al puerto. “Están invocando una representatividad que no tienen”, afirmaron fuentes del directorio.
En paralelo al conflicto sindical, la nueva gestión puso bajo revisión la licitación del dragado del puerto, cuyo objetivo es aumentar el calado de acceso para permitir el ingreso de buques Neopanamax, los portacontenedores de mayor porte que operan a nivel global.
Las actuales autoridades sostienen que, durante la gestión anterior, se habría conformado un circuito paralelo en algunas gerencias, que desarticuló áreas del organigrama original para concentrar el control de compras y licitaciones. “La protesta no responde a una reivindicación laboral sino a la intención de conservar posiciones de poder”, indicaron desde el consorcio.
La licitación había sido adjudicada a la UTE integrada por la Compañía Sudamericana de Dragados —filial local de la belga Jan de Nul— y la empresa ServiMagnuss. Sin embargo, el proceso se encuentra actualmente bajo observación de los organismos de control provinciales y no se descarta que sea dado de baja y se convoque a una nueva compulsa.
En el sector portuario circulan versiones sobre presiones de la empresa china CCCC para que se realice un nuevo llamado y poder presentar su oferta. En ese marco, desde el directorio adelantaron que se avanzará con una auditoría integral del proceso licitatorio. “El objetivo es transparentar todos los procedimientos”, señalaron.